Por un lado está la educación formal, integrada y acreditada y por el otro los bootcamps, programas intensivos, con aprendizaje acelerado y un fuerte foco en la empleabilidad futura de sus estudiantes.

Las universidades

Las universidades son destacadas por su sello de calidad y reconocimiento, y hasta hace unos pocos años, lugar de estudio requerido para poder conseguir ciertos puestos de trabajo. Sin embargo, la actualidad está cambiando. Hoy en día la educación tradicional está bajo un gran y constante reto competitivo, donde incluso debido a la llegada de la pandemia, debieron aplicar planes estratégicos en materia de reforzar y aumentar su oferta educativa de formación continua, ampliando así su vinculación con el medio.

Aprendizaje intensivo de Bootcamps

Los bootcamps, por su parte, según NETI (por sus siglas Nueva Educación TI), manifiesta a los bootcamps como un proceso de aprendizaje intensivo y de corta duración (con duración menor a un año), en donde los asistentes aprenden haciendo justamente lo requerido por las empresas, ya que los bootcamps simulan en la misma sala de clases, la forma de trabajo que luego encontrarán al emplearse.

Según cifras de Course Report24.975 estudiantes se certificaron de coding bootcamps en 2020 con un crecimiento del 306% en línea, y según datos del BID, en una encuesta realizada a 1.000 reclutadores de empresas de Estados Unidos, el 72% no nota la diferencia entre un egresado en sistemas a un egresado bootcamp.

Complemento de ambos modelos educativos

Las cifras anteriormente señaladas generan la siguiente interrogante, ¿pueden las universidades y bootcamps trabajar en conjunto, o son competidores puros? La realidad ha demostrado que ambos pueden unir sus experiencias y conocimientos para poder entregar un potente valor agregado a sus estudiantes. Es más, importantes universidades como el MIT o la Universidad de San Diego en Estados Unidos, ya han incluido los bootcamps y específicamente de programación.

Es una realidad que a las universidades les falta ser más flexibles en sus mallas curriculares y enfocarse más en la práctica que en la teoría. En este sentido es donde nacen las potenciales sinergias que pueden presentar ambos modelos de educación, incluyendo así los bootcamp dentro de su gama formativa, incluyéndolos ya sea dentro de la educación de formación continua,  u otras estrategias que se estimen conveniente, sirviendo además como nexo para luego cursar una carrera universitaria de pregrado/postgrado dentro de la misma o para una reconversión/especialización de la carrera ya estudiada.

Desafío Latam, academia de talentos digitales, a la fecha ya ha logrado capacitar a más de 1.000 personas a través de universidades e instituciones de formación continua, y sumado a ello, más de 6.000 personas a nivel propio, con el propósito de disminuir las brechas digitales de la región.

Si te interesa conocernos y saber más sobre cómo trabajar en conjunto, ingresa a la página web de Desafío Latam.

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