Ser docente bootcamp requiere de ciertas competencias específicas, pero ser docente bootcamp y en virtualidad merece reflexiones en torno a su rol en tiempos de pandemia.

Enseñar a través de una pantalla ha sido un desafío al que ningún docente bootcamp se había expuesto de manera tan constante y por tan largo tiempo.

Ya es complejo poder entregar conocimientos, experiencias y generar un vínculo en presencialidad, hacerlo de manera virtual ha sido todo un logro para quienes lo han logrado.

Los docentes bootcamp han debido modificar la manera en que enseñan, en que interactúan con los estudiantes y al mismo tiempo los estudiantes han debido ir confiando en que los protagonistas del aprendizaje son ellos.

Docente Bootcamp

Un docente bootcamp requiere del desarrollo de competencias docentes. Para lograrlo y en base a una formación rápida que le entrega luces de cómo gestionar el tiempo de las sesiones conceptuales y las experimentales.

Las formaciones a docentees enseñan multiples apartados. Entre ellos, como planificar un ejercicio guiado y entregar de buena manera tanto una retroalimentación, como un comentario relativo al conocimiento de la industria.

Esto porque quienes trabajan como docentes en un Bootcamp son especialistas en su área. Son expertos en un tema que no es precisamente la pedagogía. 

Hace muchos años un hombre de apellido Freinet, amante de la educación, consideró que la escuela debía ser activa.

Mencionaba que necesariamente la aplicación de una nueva educación sólo era posible si se contaba con material didáctico que lograra promover la actividad del alumnado (Trilla et al., 2007, P.252).

Por lo tanto y haciendo referencia a este postulado que en los años setenta generó movimientos en España, debemos detenernos en el proceso de una clase basada en estrategias y metodologías activas.

La planificación de la clase

La realización de una clase en modalidad remota o virtual y en un formato bootcamp debe estar en primera instancia, preparada por el docente que la imparte.

¿Es realmente tan importante planificar la clase?

Ciertamente lo es, ya que el trabajo previo de imaginar la sesión perfecta entrega un trailer de cómo podría resultar en la realidad. El tema está ahora en los estudiantes. ¿Funcionará lo que quiero hacer? Esa es la duda constante que tienen los docentes bootcamp que se encuentran con cámaras apagadas y micrófonos que se encienden lentamente después de un par de llamados.

La clase activa debe comenzar desde la primera sesión, en donde el docente bootcamp puede dejar de lado la entrega de contenidos y la evaluación diagnóstica, para dar paso a un proceso que muchas veces es visto como innecesario debido a la distancia del teletrabajo: la presentación de quienes componen la clase. 

“La combinación armónica del aprendizaje individualizado y del trabajo en grupo será una de las finalidades importantes de la pedagogía de Freinet”.

(Trilla et al., 2007, P.256)

El trabajo en equipo

Vivimos y trabajamos en comunidad, por lo que el desarrollo de una clase se debe entender dentro del marco que guarda relación con que aprendemos juntos pero también aprendemos unos de otros. 

Docente Bootcamp: Relfexiones entorno a su rol.

Un bootcamp no reúne solamente estudiantes recién salidos de la enseñanza media obligatoria, sino adultos que en un corto periodo de tiempo y bajo una modalidad intensiva, buscan aprender para cambiar el rumbo hacia un área completamente nueva en sus vidas.

Las realidades que trae cada uno de los integrantes de la clase, hace aún más rico el intercambio de experiencias y promueve un aprendizaje significativo cuando se considera al otro como parte del propio aprendizaje.

Competencias específicas del docente Bootcamp

Una clase activa esta compuesta también por un docente que busca escuchar a sus estudiantes en todo momento. Es un docente bootcamp que no solamente retroalimenta a las preguntas que genera el contenido, sino que también escucha, contiene y al mismo tiempo busca el espacio para compartir sus destrezas en el campo laboral y logra entregar experiencias.

Por esto, un docente de bootcamp debe estar altamente calificado en tecnologías de la información, debe entender el contexto de transformación digital y debe estar inmerso en la industria para ser capaz de traspasar esa experiencia en primera persona a los estudiantes, quienes egresarán en un perfil que los lleva directo al campo laboral.

Es entonces un docente bootcamp que deja de ser quien todo lo sabe para transformarse en un par que facilita el camino de sus estudiantes hacia el aprendizaje.

Referencias: