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El sector tecnológico vive su mejor momento en EE.UU. gracias a la alta rentabilidad económica que ofrece, situación que ha incrementado el interés en las clases de programación, debido a la búsqueda de los jóvenes por encontrar trabajos bien remunerados. 

Glassdoor, un sitio de empleo en línea, entrega datos que indican que tan solo en el área de San Francisco (California), existen más de 23.000 ofertas de empleo para programadores, cuyo salario medio base ronda los 100.000 dólares anuales. Como sabrás, San Francisco es, junto con Silicon Valley, el epicentro de la revolución tecnológica en marcha y, también, la ciudad con una mayor concentración de escuelas de programación como Galvanize o General Assembly.

Esas escuelas ofrecen ‘bootcamps’, campos de entrenamiento para aspirantes a programadores web, que en el caso de Galvanize duran 24 semanas, frente a las 11 semanas de media en los otros centros. El precio de sus cursos, que acepta solo alrededor del 20% de los solicitantes, supera también al resto de academias, con un coste de 21.000 dólares por las clases de programación web, frente a la media de 11.000 dólares, según publicó recientemente el diario The New York Times.

En total, las academias de programación formarán alrededor 16.000 estudiantes este año, más del doble de los 6.740 del año pasado, según los datos de la firma Course Report. Galvanize, que formó a 50 estudiantes en el año 2013, planea entrenar este año a unos 500.

A la creciente oferta de las academias que requieren presencia física se suma la igualmente creciente oferta en línea, que lideran sitios como Codecademy, una plataforma interactiva que ofrece cursos gratuitos en ocho lenguajes de programación distintos y que ha ayudado a entrenar a más de 24 millones de usuarios, completando más de 100 millones de ejercicios.

Algunas organizaciones sin lucro como Code.org también tienen campañas para enseñar a programar, sobre todo a los más jóvenes. Esta organización lanzó en diciembre del año pasado la iniciativa “Hour of Code” (Hora de Programación), a la que se sumaron numerosas empresas y que busca despertar en los niños el interés por la programación.

Además, empresas como Apple secundaron la idea al ofrecer clases gratuitas de programación para niños el pasado 4 de diciembre en alrededor de 500 de sus tiendas en todo el mundo.

¿Qué pasa con las mujeres?

Sólo un 18 % de los graduados en informática en EE.UU. son mujeres, un dato muy inferior al 37% registrado en la década de los 80 y que propicia el dominio masculino en mecas tecnológicas como Silicon Valley.

Sin embargo, para terminar con ese desequilibrio, la empresa tecnológica Google lanzó el año pasado el programa “Made with Code” (Hecho con código), que busca enseñar a programar a millones de niñas en Estados Unidos. Además, Hackbright Academy y Girl Develop It son otras dos organizaciones que se concentran también en mejorar la participación femenina.

Mientras, las academias de programación han logrado que un 35% de los estudiantes que se gradúan de sus programas sean mujeres, por encima de las tasas que se registran en las universidades del país.

Fotografía: Sebastiaan ter Burg

Fuente artículo: «La bonanza tecnológica dispara el interés en las clases de programación»