El uso de una aplicación web o móvil, dependerá de ciertos factores que, principalmente, se relacionan con los objetivos que posee la iniciativa de aparecer en línea de una manera diferente a la de la simple web informativa. Para una empresa, o proyecto, sea del tamaño que sea, la opción de recurrir a la realización de una App, generalmente tiene que ver con la idea de sacar partido de sus utilidades para poder cumplir con expectativas que pueden ir desde lo económico hasta lo que guarda relación con la fidelidad de un cliente.

¿Aplicaciones? ¡HAY MILES! Algunas son casi una extensión de nosotros, como las de mensajería instantánea, y otras van más segmentadas a públicos específicos: los niños adoran ocuparse en aplicaciones de juegos, mientras que algunas personas adictas a la moda de seguro ya tienen una App tipo eBay para comprar atuendos estén donde estén. Yo que soy serieadicta, hasta tengo Netflix como partes de mi íconos de iPhone.

Desde la perspectiva de un programador, desarrollar una aplicación es un proceso al que le competen una cierta cantidad de toma de decisiones, varias de ellas muy previas al le ejecución concreta de un proyecto de desarrollo. Y todo esto parte de una pregunta muy crucial en casos como este: ¿Qué es lo que más conviene de acuerdo a los objetivos del proyecto… Aplicación Web o Aplicación Móvil?

Si estás insert@ en el mundo de la programación, y todavía no tuviste que sortear este tipo de cuestionamientos, probablemente debas atenderlos tarde o temprano. Por ello es que te contamos lo fundamental respecto a estas dos opciones: qué son y en qué se diferencian.

  • ¿Qué es una Aplicación Web?

Supongamos que necesitas recolectar diferentes datos, de diferentes personas, a través de un sistema que sea eficaz, y que además estas personas puedan tener un resultado en base a esos datos que otorgan. Por ejemplo, en una web sobre música, si introduces tus gustos musicales favoritos, el sistema luego te arrojará bandas similares para que puedas conocerlas y oírlas. Posiblemente esta web requerirá de un formulario HTML, almacenamiento a partir de base de datos, cálculos en función a esos datos, revisión de progresos o características de los mismos datos y acceso a resultados.

Todo este conjunto de acciones, indican que entonces estamos ante un caso de Aplicación Web, es decir, un grupo de páginas estáticas (no cambian), pero también dinámicas, es decir, cuando el servidor recibe una petición para mostrar una de estas webs, transfiere la página a un software especial, comunmente llamado servidor de aplicaciones.

Y entonces, ¿qué significa esto? Una App Web es aquella que se ejecuta dentro del propio navegador web del dispositivo a través de una URL. En el fondo, el contenido se adaptará a la pantalla adquiriendo un aspecto de navegación App, pero finalmente lo que hacemos, en esencia, es navegar una web. Algunos cuestionan si es que esto realmente se puede considerar una App, ya que no requieren instalación (pues simplemente navegas), pero son llamadas así por una razón demasiado-muy-inmensamente importante: es una categorización que viene como anillo al dedo cuando hablamos de adaptar una página web a formatos como el del teléfono móvil, tablet, etc.

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Así es como, finalmente, una Aplicación Web se convierte, más que nada, en una web dedicada de forma exclusiva a móviles con ventajas como que según dónde esté el usuario, o cómo acceda, es posible personalizar el desarrollo para conseguir una acción. Además, con esta opción te puedes dar la licencia de adaptar contenido de las secciones a un usuario que leerá mucho menos texto que cuando está con el computador, o que no va a ser capaz de rellenar un formulario muy largo.

Pero no todo lo que brilla es oro: las desventajas son que hay doble trabajo con esto de mantener un desarrollo paralelo al sitio web, hay más carga de SEO móvil, hay que configurar ficheros robots.txt y sitemap.xml, y, así es como este desarrollo de web móvil se convierte en versiones minis de la web de escritorio, que – ¡CUIDADO! – muchas veces no son bien logrados y terminan por hacer elegir al usuario sólo la versión del computador, o hasta abortando misión (¿Cuántas veces no nos ha pasado que intentamos hacer un trámite por el teléfono, y nos vemos en la obligación de recurrir al computador para poder hacerlo… porque algo no funciona en la App Web).

  • ¿Qué es una Aplicación Móvil?

Su característica principal: la descargamos al dispositivo móvil. Cuenta con 2 efectos principales: ocupará espacio en la memoria del dispositivo, y su distribución dependerá de los canales disponibles (Google Play, App Store, por ejemplo).

¿En qué casos esta se convierte en LA opción? Cuando se requiere mayor capacidad y rendimiento en su uso. En este sentido, una web siempre estará más limitada, ya sea por su velocidad de carga como por su experiencia de uso, mientras que una Aplicación Móvil te acompañará a donde sea: en muchos casos sus funcionalidades se combinan con tu GPS y, principalmente, con interacciones súper tecnológicas y propias de un teléfono móvil y sus Apps, como lo son el reconocimiento de voz o la cámara fotográfica integrada.

Probablemente, la aplicación de descargas otorgue además informes mucho más detallados de cuántas personas están ocupando nuestro producto/servicio (tanto, que hasta pagan por usar nuestra App). Y para qué vamos a andar con cosas: la verdad, ¿cómo viviríamos hoy sin una App móvil?… Difícil imaginarse pidiendo un auto Uber o Cabify navegando por Safari o Chrome.

Cuáles son las mejores características que podemos rescatar de esta opción: Ya que las aplicaciones móviles pueden ocupar toda la pantalla del dispositivo, proporcionan siempre una mejor interfaz al usuario, sobre todo porque están hechas de manera especializada para el formato. Por otro lado, una App móvil siempre permanecerá en el escritorio del dispositivo, lo que siempre incrementará que el usuario la ocupe ¿Qué gran objetivo se alcanza acá?: Fidelización.

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  • Entonces: ¿Cuáles son las diferencia más importantes que debemos tomar en cuenta entre una App Web y una App Móvil?

Mientras que la aplicación web es más que nada la excusa para adaptar el diseño de una página web dinámica a la visualización en dispositivos móviles, es la herramienta perfecta para esas marcas que no podemos dejar de consultar a través del teléfono; la aplicación móvil cuenta con una accesibilidad potente y perfecta para usos reiterados como lo son las redes sociales.

Si bien amamos las aplicaciones porque nos dan versiones tan fascinantes como la de Instagram o Facebook (personalmente, si Duolingo fuese una aplicación web, mi motivación sería cero), las actualizaciones de una no son iguales que la de otra. Por ejemplo, muchas veces yo decido si quiero o no una actualización en mi iPhone: si no me gustan, simplemente las desactivo; con ello sé que estoy ocasionando un problema al proveedor. Y por el lado de las webs, estas se actualizan sin preguntarle a nadie: en ese sentido, son mil veces más independientes; ingresas al sitio un lunes, y el viernes ya es otra cosa, y no pudiste impedirlo.

También está el tema del distribuidor. Probablemente la App web se aloja en el mismo servidor web, todo muy tradicional, aunque probablemente tienes que invertir en la motivación para que el usuario use la App. Pero la App Móvil necesita pagar: a la App Store, a Google Play, y así. Sin embargo, en ambos casos hay beneficios: si eres web, te ahorras el costo de la App; si eres App Móvil, pagas pero obtienes todo un mundo de beneficios y visibilidad antes el potencial universo de usuarios.

¿Qué opción es mejor? Para el caso, ninguna es la reina de la verdad absoluta… PERO, alguna de las dos opciones sí será la reina absoluta después de analizar una serie de factores como objetivos, necesidades, presupuestos y funcionalidades. Lo que quiero decir es que, en el mundo, no es que tengan que dominar sólo las versiones web o sólo las descargables: se trata de que según lo que desees lograr, podrás descubrir qué formato será el más sabio, el más útil.

Fotografías: Scribd y Pixabay.